Nacido en 1978, Ludovic Beier aprendió a tocar el acordeón, siguiendo los pasos de su padre, en la más pura tradición francesa del instrumento. Pero pronto se enamoró del jazz clásico y desarrolló un estilo muy personal, aunando su técnica de virtuoso con el swing más puro, y absorbiendo también elementos de la tradición manouche inspirada por Django Reinhardt.
Ha actuado en los mejores festivales y auditorios de todo el mundo y ha grabado una veintena de discos como líder.